En el arte la búsqueda de proporciones  armoniosas para el cuerpo, que estudiaron antes los griegos y romanos, las plasmó Leonardo da Vinci en el célebre dibujo  “El hombre de Vitruvio”. Sirvió para ilustrar el libro “La Divina Proporción”  de Luca Pacioli de 1509 al cual habíamos hecho referencia anteriormente.


Estirando manos y pies y haciendo centro en el ombligo, se dibuja una circunferencia. El cuadrado tiene por lado la altura del cuerpo, que ha de coincidir en un cuerpo armonioso con ocho cabezas y además con la longitud entre los extremos de los dedos de ambas manos cuando los brazos están extendidos y formando un ángulo recto con el tronco.

 

En este hombre perfecto para Pacioli, el cociente entre la altura del hombre y el lado del cuadrado y el cociente de la  distancia del ombligo a la punta de la mano con el radio de la circunferencia son el número áureo.

 

En el arte, los artistas han utilizado otros cánones, pero éste ha sido el más usado.

 

Fue el arquitecto romano Marcus Vitruvius Pollio, conocido como Vitrubio, nacido el año 20 antes de nuestra Era, el primero que introdujo de forma sistemática, la utilización de la proporción áurea en la composición en la obra  “De architettura”. En ella definió un sistema práctico para el trazado de rectángulos y segmentos áureos. 


En el pentagrama, la estrella de cinco puntas formada con las diagonales de un pentágono, aparece la relación áurea en multitud de relaciones entre sus segmentos. Tanto es así  que los pitagóricos tenían al pentagrama como símbolo.

En la ilustración se muestra la utilización de la Divina Proporción por Salvador Dalí en su obra Leda atómica de 1949.

 

Toda la composición se enmarca en un círculo en el que un pentagrama organiza el espacio.

 

El rostro de la Gioconda de Leonardo da Vinci, se inscribe en un rectángulo áureo y En la Crucifixión de Rafael se divide también el espacio según la relación áurea.



La búsqueda de relaciones áureas en cualquier obra de arte es relativamente fácil.

 

Muchas piezas musicales de grandes compositores como  Mozart, Beethoven, Bartók, Debussy, Schubert y Bach entre otros utilizaron la relación áurea para la división del tiempo en sus obras y en su estructura, de todas formas esto no tiene una percepción directa por el auditorio.

 

Como ejemplo se pueden citar las siguientes:

 

Mozart: Sonata nº 1 en Do Mayor.

Beethoven: 5ª sinfonía.

Bartok: Concierto para cuerda, percusión y celesta.


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